Cosas en comun? {Aio}

Habia llegado al orfanato, otra vez el encierro no queria, ya estaba cansada de todo esto, bueno por lo menos era mucho mejor que el reformatorio en donde estaba alojada, pero de todas formas no me gusta, no quiero nada. Estaba en mi habitacon, tenia una musculosa me encantaba el verano lo amaba, pero habia algo que me interrumpia, mire mis brazos y las sicatrices estaban alli, nunca se iban, el psicolo decia que yo misma me las habia hecho cuando era pequeña pero no era asi, mire cada simbolo, y recorrian desde el hombro hasta el final de la muñeca, no me dolian pero me daba cosa cuando me tocaba, se notaban y mucho, las deje de mirar y me levante me puse como una remera grande que lograba taparme bien los brazos, se sostenia desde los hombross dejando un poco descubierto y me deje la musculosa, caminaba por los pasillos lentamente y mirando cada detalle que habia alli, cada cosa que tenia el orfanato, no estaba nada mal a decir verdad.

La verdad, que me daban ganas de tocar la guitarra, la tome y empece a tocarla, nunca entendi el porque, pero por lo general no son solo distorciones las que aplico, si no que me sorprende lo rapido que estoy tocando, por lo general recuerdo que cuando empece a tocar, hace unos años atras, no me costo como al resto, todo lo contrario, eso es lo que mas me sorprende. Luego de tocar la guitarra, quise salir a caminar, acomode mi pelo, para que no se note, y sali.
El orfanato me gustaba, no estaba tan mal, simplemente, era que esperaba a que todos los chicos sean agradables, y no tan malos. La verdad quisiera saber, si hay alguien que me comprenda a mi. Yo sentia que hacia ruido con mis pasos, cuando en realidad me equivocaba, ya que toda la gente se asusta cuando aparesco, o a lo mejor, son tan fea que los asusto al ver mi rostro. Pero a mi hermano adoptivo, cada vez que le hablaba por detras, se asustaba, y siempre me retaba.

Mientras caminaba miraba al suelo pensativa, sentia una presencia rara entre maligna y no, frunci el seño, moje mis labios y cuando me arte de caminar, se sente en el suelo mirando mi libro me faltaba terminar una cancion, mire la letra fijamente y luego recorde algo, en la contratapa habia algo escrito pero nunca supe verdaderamente que decia, cuando lo fui a ver, los brazos me comenzaron a picar los brazos, mire hacia los lados y no habia nadie, por lo tanto me saque la remera grande y me los revise, deberia tener alergia o algo asi pero era raro que me picaran, los mire un poco y estaban rojos, me pase la mano y ese cosquilleo lo senti de nuevo pero no me quedaba otra, me pasaba lentamente la meno para parar el picor, mientras pensaba un poco sin darme cuenta de nada ni de la chica rubia que venia.

Seguia caminando, hasta que me detuve, mientras quede mirando a la peliroja, movi mi cara, y desabroche la campera de cuero, y tape uno de mis tatuajes, ya que no queria que se noten, volvi a caminar, mientras que quede mirando a la chica -estas bien?- le pregunte con el mismo tono que siempre tuve, creo que nada cambio en mi, salvo que ahora siento mas muertos que vivos, y dos presencias totalmente fuertes que no me dejan en paz, ni por dos minutos.
Nunca crei que este tipo de libertad solo se viva en Francia, mire hacia mi alrededor, y queria escuchar un poco de Misfits, o algo por el estilo, creo que algo, por asi decirlo satanico...

Me seguia rascando tenia los brazos rojos ya, hasta que escuche que alguien me hablo, aquella presencia me hiso quedar quieta por un momento, me tape los brazos para que no los viera, levante la vista y mire a la chica que estaba alli sonrei un poco -si no te preocupes- le dije, me puse la remera y me pare -me llamo Angeline, vos?- le pregunte mirandola fijamente parecia amable, a decir verdad, pero no sabia por que me inquietaba su presencia, era la de ella pero por dentro parecia alguien mas, no entendia muy bien eso.

La quede mirando cuando me hablo, le sonreí, mire hacia sus brazos pero los tapo, me di cuenta de algo que tenia ella en sus brazos, pero no se lo quise comentar, no quería ponerla nerviosa, ademas creo comprenderla, ya que odio que me vean mis tatuajes o mis mechas negras. Mire hacia un costado, y corrí mi pulsera de tachas, la volví a mirar -yo me llamo Aio, Aio Suzumiya, hace poco que estas aquí?- le pregunte, ya estaba comprendiendo varias cosas, pero no todas, pero aun así, mire hacia Angeline, y suspire, mientras que parpadee, y mire hacia mi alrededor, el orfanato era por así decirlo demasiado tétrico.

La mire cuando dijo su nombre -Aio?- pregunte susurrando, habia soñado con aquel nombre, habia unos dias de venir aqui, no dije nada, solamente recorde el momento que la vi, pero no sabia por que la habia visto diferente... Osea diferente en el sentido de que habia una sombra o algo por el estilo detras de ella, pero luego escuchaba otra voz que me decia, que no me acercara mucho que seguramente era la hija del diablo -em si, ayer llegue en la tarde- dejde de pensar en aquello y sonrei un poco -y vos? Hace mucho llegastes?- le pregunte por curiosidad -em.. Una pregunta curiosa, no es por ser metida ni nada por el estilo, pero... Quien es tu padre?- le pregunte mirandola fijamente a los ojos.

La quede mirando cuando me pregunto sobre mi nombre, tan raro no podia ser, ok es Azul, un nombre comun -si Aio, nombre Japones, Azul es su traduccion- le dije, mirandola fijamente, ya que odiaba ese nombre, pero me gustaba como sonaba el mio, ademas de que es original, y casi nadie lo tiene.
La escuche y la quede mirando cuando me comento hace cuanto llego -llegue ayer en realidad, a la noche- le dije, no entendia porque pero siempre me gustaba ver la noche cuando aparecia y cuando se va, como que me acuesto algo tarde, y me levanto temprano.
La quede mirando fijamente cuando me dijo aquello, senti su aura, por fuera era alguien, pero dentro de ella habia un pasado y algo maligno, negue mi cabeza, y la quede mirando cuando me interrogo aquello -eh... Mi papa esta muerto, y solo tuve un papá adoptivo, pero solo se que tenia mi papa, nunca me dijeron porque motivos el murio, nada mas dijeron que esta muerto y que lo podia visitar en el cementerio central de Tokyo- le conte, ya que mi hermano adoptivo sabia toda esa informacion, y yo la lei por mi acta de nacimiento, es por eso que me quice dejar el apellido de mi papa biologico y no del adoptivo.

La escuche y suspire, si hubiese tenido con un padre natural no creo que tubiera la presencia que siento por lo menos eso, suspire un poco mientras miraba hacia abajo, los brazos me seguian picando me molestaban y muchos, a veces tenia la leve sensacion de cortarmelos o que me los sacaran, suspire un poco -que feo... Y perdon por la pregunta- le dije mirando hacia otro lado, aclare mi garganta moje mis labios y me rasque el brazo derecho pero sin levantar la remera, aparte de que no quiera que viera aquello, a simple vista se ve horripilante, aparte tenia una cruz invertida y no sabia muy bien el por que y algunos signos que no sabia muy bien el significado que me los habian dicho pero que no prestaba verdaderamente atencion como debia de ser, y que siempre aparecian en mis sueños, no dije nada mas me quede callada.

La escuche y le sonrei -no claro que no importa, sabes que no hay drama conmigo- le respondi, ya que a decir verdad no me molestaba que me preguntaran por mi papa, ademas el señor que tomo el lado como padre, lo queria pero nunca va a ser como mi papa biologico -y de donde sos?- le pregunte, mirandola fijamente, volvi mi mirada hacia un costado, note que solo pasaron dos chicos que nos miraron, pero en unos segundos se desvanecieron de la nada misma, todo era raro, ademas este orfanato tambien lo era. Mire hacia Angi, y espere su respuesta.

La escuche y mire fijamente sus ojos, supire un poco -de Italia, mas bien de Sicilia- le dije que ya los sicilianos decian que era otra cosa, que no precisamente eran italianos, me aclare la garganta -y vos?- le pregunte curiosa mirandola -hey vamos a caminar no...- me detube por lo que iba a decir, "no quiero estar aqui por que siento escalosfrios" suspire -no quiero dejar de investigar- hice una sonrisa falsa ya que no queria asustarla o volver a escuchar que era rara, acomode mi cabello pesando en algunas cosas que tenia dudas o varias a decir verdad, ya que sinceramente no me cerraban, aparte del chico morocho de ojos claros que habia visto, suspire y mire hacia el suelo.

Escuche a Angi, con que una Italiana, eso estaba bueno, le sonrei -vengo de Japon, la region de Tokyo, gran ciudad- le comente, ya que recorde a Japon de lo inmensa que es su ciudad de Tokyo, era demaciado enorme este tipo de ciudad, que no entendia como una isla podia tener tanto espacio para tanta gente, volvi a mirar a Angi -y eso esta bien, el orfanato llama mucho la atencion- le dije, mientras que mire hacia un costado, y observe como estaba el ambiente de este lugar, ya que era demaciada intriga la que tenia, sin querer aprete uno de mis tatuajes y me dolio un monton, nunca supe el porque me hacian doler tanto, ademas yo en ningun momento me los hice.